El otoño ha llegado para quedarse en la Muela y nosotros hemos hecho un montón de actividades que nos han servido para descubrir los efectos de esta estación en nuestro entorno cercano.
Lo primero que hicimos es distinguir entre dos clases de alimentos que se pueden comer en otoño: los frutes secos y los frutos carnosos. Gracias ala cesta de fruta que tenemos ene l hall del cole pudimos descubrir una a una las características y nombres de todas esas frutas otoñales.
¡Hasta probamos alguno!
Después estuvimos trabajando en clase el acercamiento a la lectoescritura a través de relacionar cada fruta con su nombre.
Como algún amigo dijo que ne las fotos parecían diferentes a los de la cesta, decidimos tener nuestras propias frutas de otoño en clase. Para eso nos organizamos elaborando una lista de la compra y repartiéndonos que debía de pedir cada pareja al llegar a la tienda de alimentación. Por si se nos olvidaba llevábamos una pegatina con ese alimento.
Salimos del cole y en un periquete llegamos a la tienda de alimentación, donde nos recibieron con toda la amabilidad y cariño del mundo.
Es lo bueno de tener tiendas cercanas en nuestro pueblo.
Por turnos fuimos pidiendo las frutas que cada uno tenía encargadas y vimos como se utilizaba la balanza para pesar cada alimento.
Una vez teníamos toda la lista de la compra hecha y antes de irnos, les dimos las gracias y nos hicimos una foto con ellas.
Seguro que volvemos otra vez siempre que necesitemos comprar algo para el cole.
(Gracias al establecimiento Alimentación Millán Pinilla)
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